viernes, 8 de marzo de 2013

IV y último...

Poema de Juan Carlos Lastiri

IV y último...

Ya me voy a dormir,
pero sigo pensándote, imaginándote,
segundo a segundo extrañándote
ojala te sueñe al dormir;
tengo dos ojos derramándose,
dos manos que no te paran de extrañar,
y unos labios partiéndose
a cada instante en todo lugar…
Esta noche como todas parece interminable
y tu lejos de mi inexplicable
y ese instante que no llega que no viene,
mi corazón aumenta, se detiene,
que ganas tengo de llamarte
y decirte que no puedo dejar de amarte…



martes, 5 de marzo de 2013

Swim and Sleep


Unknown Mortal Orchestra ha revelado un extraño y divertido vídeo para su sencillo “Swim and Sleep (Like a Shark)”.

El clip es protagonizado por un joven voyeurista que es sorprendido mientras se daba algo de autoplacer, después, decide asistir al psicólogo para reflexionar sobre sus acciones pero no encuentra respuestas. En fin, un divertido visual hecho en su totalidad con marionetas:

lunes, 4 de marzo de 2013

Instrucciones para llorar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. 

El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. 

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. 

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. 

Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

(Julio Cortázar)


domingo, 3 de marzo de 2013

Julio Cortázar y El Futuro


En la voz de Julio Cortázar

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.