jueves, 18 de abril de 2013

IVONE BARRIGA ( - 2013) Una joven militante del teatro peruano ha muerto


Amigos del teatro peruano:

El teatro es un arte contradictorio. Plural por esencia, social por consistencia, colectivo por exigencia, docencia de humanidad y memoria del perfil histórico del hombre, y, tal vez por lo mismo, el lugar donde se alimenta el olvido de una gran mayoría para rescatar, como en las batallas, sólo a los generales y a los ejércitos vencedores. Pero, nosotros sabemos que la batalla del teatro no la gana un dramaturgo, ni un actor, ni un grupo, sin embargo recordamos un tiempo para luego olvidar a la inmensa mayoría que hace posible la supervivencia de este arte.

Hoy quiero abrir un espacio luminoso en la frágil memoria que se nos oscurece al paso del tiempo para decirles sencillamente el nombre, de una combatiente de primera línea por esclarecer las rutas del teatro peruano y contribuir a enrumbarlo a logros más exigentes. Se dedicó a investigar el teatro comunitario. Pero, no hacía entrevistas para conocerlo, se integró a un proyecto y dedicaba mucho tiempo a participar de él religiosamente porque no quería que le contaran la historia sino vivirla. La conocí cuando actuó en una película con mi hija Rebeca, después la volví a encontrar sorpresivamente dedicada a las ventas, muy animosa con su maletín de oficio. Luego perdí su rastro y un día la reencontré dictando una charla en Yuyachkani donde quedé impresionado por el rigor de su propuesta y la claridad de su exposición. A partir de esa fecha nos convertimos en fraternos compañeros de estudio. Supe de su permanente profundización en los avatares del teatro nacional. No iba a visitar solamente a los notables, siempre me descubría y me daba la oportunidad de conocer puestas ignoradas que ella tenía la rara cualidad de enterarse que se iban a dar. 

Cuando se ha vivido 76 años es hermoso encontrarse con los que nos sobrevivirán y harán las cosas mejor de lo que nosotros pudimos hacerlas. Porque ella pertenecía a esa nueva generación de estudiosos del teatro peruano que han obtenido títulos universitarios en el extranjero y se han perfeccionado en el análisis de la realidad teatral y vienen contribuyendo a diseñarlo más claramente. No, no se trata de informantes memoriosos, ni de diletantes de la historia, sino de auténticos académicos dedicados rigurosamente a su oficio.

Hoy, uno de ellos, no volverá más a discutir con sus pares, una profunda investigación sobre el teatro comunitario en el Perú ha quedado trunca, y yo con mis años a cuestas siento que he perdido una gran esperanza, que ciegamente la muerte ha convocado a una joven vehemente y reflexiva y “ha pasado por la senda bravía sin ver que hoy me muero de tristeza y de melancolía”.

No he dicho su nombre, lo sé, simplemente por señalar que en su brevedad encerró un hermoso corazón enamorado del teatro. Ivone Barriga ha muerto. Imposible pensar que esta nota llene fracción alguna de su promesa viva. Se nos fue con todas sus palabras, con sus profundos pensamientos, con su amor inmenso por el teatro peruano. Desde el andén que ocupo esperando la partida, la veo alejarse en el vagón que no me aceptó y me pesa mi inmenso equipaje menos que la agobiante angustia de saber que se fue con sus sueños irrealizados. Como la inolvidable y combativa Yadi Collazos que nos dejó el recuerdo eterno de su briosa juventud, y tantos otros…

Recuérdenla y repitan su nombre con unción. Fue una de los nuestros. Ivone Barriga, ahora y en todas las horas de nuestro teatro. Amén.

FRATERNALMENTE
Ernesto Ráez Mendiola

Tomado de su perfil en facebook

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus palabras son bienvenidas